Cultura del miedo

"El gran éxito de la refundación social del capitalismo de fines del siglo XX, que conocemos como fase neoliberal aunque políticamente sea neoconservadora, ha tenido lugar, sin duda, y tras revisar el impacto en nuestras sociedades, en el ámbito sociocultural."(1)

La política neoconservadora permite abiertamente la injusticia que ha diario se ve y vive en las calles de México en donde se respira el miedo; es precisamente por eso que pienso que las personas necesitamos crearnos fantasías de que existe afuera un mundo mejor supliendo con compras excesivas nuestra vida; que por supuesto engorda más al capitalismo extranjero.

En México vivimos diariamente terribles crímenes, robos, violaciones, asaltos, injusticias, discriminación, muertes que dejan un vacío en la sociedad y en nosotros mismos.

Es por eso que considero que la mayor parte de la población prefiere callarse y hablar de chismes, telenovelas, futbol, o problemas económicos, emocionales que preocuparse por lo que sucede diariamente en su vida en este país, con seres humanos como tú.

Una sociedad que infunde miedo que se va transmitiendo de generación en generación y ese futuro tan asqueroso es lo que le vamos a dejar a nuestros descendientes un cementerio en el que diariamente tendrán que luchar por sobrevivir.

En este México en el que desaparecen, los padres, hermanos, amigos, estudiantes, compañeros, maestros, doctores, licenciados, políticos etc, en el que nadie da razón y eso es el pan de cada día  de los mexicanos que parece como si los desaparecidos se los hubiera tragado la tierra.

Las personas que llegan a saber algo prefieren callar por temor a represalias y es precisamente lo que quiere la cultura de guerra infundir ese temor y la individualización de la sociedad y que efectivamente  se logrando.

Una de las capacidades del ser humano es adaptarse a las condiciones que sean y es precisamente que hemos ido naturalizando estas prácticas de violencia a tal grado que las aceptamos.

Las noticias que aparecen en el periódico, noticiero, radio expresan la violencia a tal grado que sea convertido la crueldad del crimen en un espectáculo de los que somos espectadores indiferentes e insensibles.

La cultura de guerra es contra todos, nadie está seguro en las calles, se siente y se presencia en las protecciones de las casas, en las alarmas de los coches, con dobles y hasta triples candados en los negocios, con las armas que portan algunos civiles para protección personal; esta cultura de miedo que tiene su base en los Estados Unidos pero reproducida en México que fue diseñada para las necesidades e intereses geopolíticos y geoeconómicos de las grandes élites extranjeras y nacionales. Las que nos condenan al aislamiento, inseguridad, resentimiento, a la ignorancia, injusticia y los que fragmentan el tejido social y estos son algunos crímenes de la cultura del miedo con los que luchamos por vivir.

Esta cultura de guerra usa el sentimiento del miedo como vehículo de(re)socialización, a través de cual interiorizamos los códigos, valores, representaciones y papeles de esta puesta en escena de brutal violencia.(5)

Según El periódico La Jornada  el 80% de la población es pobre y somos los más susceptibles a ser los protagonistas de la guerra ya que como una forma de subsistir alguno se introducen a la policía, fuerzas armadas e incluso al crimen organizado.

"(...el miedo en esta cultura de guerra se cimenta en todos los otros miedos gestados décadas atrás con la violencia social de las políticas de ajuste: a perder el trabajo, la vivienda, la salud, la educación y demás derechos sociales."(7)

La realidad es construida, no siempre fue así somos receptores de imágenes violentas en las que la muerte no diferencia entre civiles, delincuentes, militares, que son dañados corporalmente donde precisamente habita el miedo, ya que sin importar a qué grupo social pertenezcan pueden ser los actores de este espectáculo violento.

"En el caso de México, las formas de violencia conocidas a lo largo del país dan cuenta de la brutalidad del daño corporal y de la centralidad del cuerpo en la contienda: degollados, despellejados, descuartizados, diluidos en ácido, cremados, etcétera."(11)

Las muestras de violencia se muestran con señales fijadas en el cuerpo que son signos de poder contra el otro, contra su identidad, su futuro, su vida, cortamos sus sueños en instantes tan dolorosos y terribles desprendiendo de su ser.

Lo que se está logrando es desestabilizar territorios para controlar sus recursos y a su población, esa es la cultura de miedo y de guerra permanente contra todos para el beneficio de pocos.